El Monasterio de Santa Catalina es una ciudadela de la Arequipa Colonial, fue fundado en 1579 por doña Maria de Guzmán,la ceremonia de fundación se efectuó el 2 de octubre de 1580 dedicado a Santa Catalina de Siena con la denominación de Nuestra Señora de la Gracia.
El Monasterio de Santa Catalina es una verdadera ciudadela de la Arequipa Colonial, que ocupa un área de veinte mil metros cuadrados y cuya arquitectura ha sido construida en base al sillar. En ella se pueden apreciar recintos que se fueron construyendo de acuerdo a las necesidades de las religiosas, quienes eran las hijas de las mas distinguidas familias de la ciudad que podían dar la dote que se exigía en el Monasterio. Las construcciones del Monasterio se distribuyen en dos grandes conjuntos: el primero comprende la portería, los tres claustros, las celdas vecinas a la enfermería, el dormitorio colectivo, el refectorio y el templo; el segundo conjunto incluye las estrechas calles, las placitas, la lavandería y la cocina. El encanto de esta ciudadela esta en la solidez y plasticidad de sus volúmenes y belleza que maestros y alarifes lograron en la arquitectura de los recintos.
Es el único Monasterio a nivel mundial con ciudadela en su interior. Aún habitan monjas de claustro en el monasterio. Es Patrimonio Cultural de la Nación bajo la denominación de Arquitectura Religiosa
Ubicación: Se ubica en la tercera cuadra de la calle Santa Catalina.
Ruta de acceso:
- Plaza de Armas - Santa Catalina (pista asfaltada, 300 metros, 8 minutos caminando)
Tipo de ingreso: Previa presentación de boleto o ticket, se puede pagar con tarjeta VISA, no incluye guiado.
- Entrada General S/.30.00
- Estudiantes nacionales S./5.00
Horario de visitas: Todo el año de 9 a.m. a 5 p.m. Los Martes y Jueves hasta las 8 p.m.
Caracteristicas
Es el más importante e impresionante monumento religioso del Perú. Obra maestra de la arquitectura conventual, es única en el mundo, se mantuvo oculta hasta 1970, fecha en, que después de 400 años, se abrió al público, mostrando una construcción de sillar con más de 20426 m2, donde se hallan el claustro de los Naranjos y dos más en su interior, casi un centenar de celdas dispuestas formando 6 calles y un pasaje: la Sala del "De Profundis", la calle Córdoba de color blanco, la calle Sevilla, la calle Granada, Burgos y Toledo, la plaza Zacodober y su bella pila granítica. Además posee una pinacoteca que alberga pinturas de la Escuela Cuzqueña y pasajes de santa catalina de Sena.
Esta ciudadela se caracteriza por la solidez y plasticidad de sus volúmenes, y la belleza que maestros y alarifes lograron en la arquitectura de esos recintos mediante soluciones arcaizantes como arbotantes o grandes arquerías asentadas sobre pilares. Anchísimas paredes de gran altura y grandes contrafuertes lo asemejan a una muralla de piedra volcánica, mostrando varios estilos arquitectónicos que hasta ahora guardan casi su primitivo aspecto. A lo largo del recorrido se hallan tres claustros, cuyas arquerías contienen una serie de lienzos. En el claustro de las Novicias se sitúa la serie de las "Letanías Lauretanas"; en el claustro de los Naranjos, la serie "Vida del Alma", inspirada por las palabras de San Ignacio de Loyola; y en el claustro Mayor, la serie "Vida de Jesús y María". En este último claustro se encuentran los confesionarios, que ocupan pequeños espacios cerrados que comunicaban a través de una ventana pequeña con la iglesia exterior, lugar desde donde el sacerdote atendía las confesiones deas religiosas sin necesidad de entrar en el interior del monasterio. Posee dos museos de sitio en donde se exhiben importantes piezas como reliquias, ornamentos religiosos, etc., de incalculable valor artístico que incluye óleos de distintas épocas, procedentes de los principales centros artísticos del virreinato, así como algunos lienzos de pintores anónimos atribuidos a la existencia de un posible estilo arequipeño colonial. Al mismo tiempo se pueden contemplar algunas obras de pintores extranjeros.
Historia
Surgió por la necesidad que tenía la ciudad de un convento para los jóvenes que sintieran el llamado de la vocación, es así que el Cabildo de Arequipa en el año de 1559 decidió su construcción pero sólo fue en 1568 que se nombró la comisión que se haría cargo del proyecto. Es entonces que se decide consagrar el monasterio a Santa Catalina de Sena denominándolo Nuestra Señora de la Gracia. Se procedió entonces a la construcción del gran monumento en unos terrenos vendidos al cabildo por don Alonso de Galleguillos por la suma de 2500 pesos haciendo notar que por ser un precio de donación se recibiera a su hija como monja en el citado monasterio, luego se compraron dos casas más y fue creciendo gracias a donaciones y limosnas de la gente más pudiente de Arequipa, pero no fue sino hasta 1579 cuando doña María Álvarez de Carmona viuda de Gutiérrez decidió ingresar al convento acompañada de su hija y su cuantiosa fortuna que se pudo incrementar el área del monasterio. Fue esta misma señora quien luego de recibir su ordenación por mano del vicario de Arequipa fue nombrada rectora del monasterio fundado dos años más tarde la primera escuela para mujeres que tuvo Arequipa.
En el año de 1582 sufrió fuertes destrozos a causa de un terremoto, causando una etapa de pobreza en el convento. Este convento estaba habitado por monjas de clausura de las cuales 57 eran de velo negro 18 de velo blanco, 51 donadas, además de 200 doncellas para atender a las monjas y seglares de servicio. Entre las muchas mujeres que habitaron este monasterio cabe resaltar la presencia de Sor Ana de los Ángeles Monteagudo quien muriera el 10 de enero de 1686 en olor de santidad provocando el trámite para la elevación a los altares por sus muchos milagros.
En esta pequeña ciudad detenida en el tiempo, muchas jovencitas de las más adineradas familias ingresaron con una dote de mil pesos de plata así como cien pesos corrientes para los alimentos, frazadas y hábitos. Dentro del monasterio las monjas podían ser atendidas por criadas.
A mediados del siglo XVIII debió haberse concluido la construcción del edificio en su totalidad, los cuales se distribuyen en dos grandes conjuntos.
El primero abarca tres claustros, portería, dormitorio colectivo, el refectorio y el templo.
El segundo conjunto comprende estrechas callejas, placitas, lavandería, cocina y la antigua portería.
Fuentes:
Cortázar Pedro Felipe, 1988, Documental del Perú-Arequipa, Ediciones Océano S. A., Barcelona Scandell-Tur Neus
Arellano Alexandra, 1998, Todo Arequipa, Editora Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de las Casas"-Escudo de Oro S. A.
Arequipa Ministerio de Industria y Turismo, 1972, Inventario y evaluación del patrimonio turístico del departamento de Arequipa, Editorial A & N Tilde, Lima
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