martes, 3 de junio de 2014

Basílica Catedral de Arequipa

Monumento arquitectónico considerado como uno de los primeros centros religiosos del siglo XVII de Arequipa.

Basílica Catedral de Arequipa
Basílica Catedral de Arequipa
(Fuente: Municipalidad de Arequipa)

Durante la colonia su construcción fue hecha con el sistema par y nudillo, pero luego del terremoto de 1868 se reconstruyó dentro de los cánones de la arquitectura neoclásica de orden colosal.

Está construida en sillar y ha sido cubierta con bóvedas góticas de ladrillo. La fachada presenta 70 columnas corintias y 3 portadas. A ello se suman dos torres, que logran darle un aspecto imponente al conjunto. Esta iglesia consta de tres naves. La nave central es más ancha que las laterales, todas cubiertas con bóvedas de pañuelo o arista y delimitadas por arcos fajones.

Los ingresos al templo están ubicados en las naves laterales. Cuenta con una magnífica custodia mayor de estilo neogótico, labrada en oro y plata y que ostenta un gran sol con brillantes. Son notables el altar mayor de mármol de Carrara, la sillería del coro, la sacristía, el púlpito de madera y el órgano adquirido en Europa en el siglo XIX, todos ellos fácilmente apreciables debido a la natural luminosidad con la que cuenta el templo.


Basílica Catedral de Arequipa
Basílica Catedral de Arequipa
(Fuente: Heinz Plenge - Promperú

Ruta de acceso

1. Frente a la Plaza de Armas de Arequipa (asfaltado, a unos metros de la Plaza de Armas, caminando)




Historia de la catedral de Arequipa

Se inicia la construcción de la Iglesia Mayor el 14 de febrero de 1544 por parte de Don Pedro Godínez, regidor de la ciudad. Muchos fueron los artífices y colaboradores de esta gran empresa entre los cuales se cuenta a don Toribio de Alcaraz, quien se obliga a labrar la portada. El 22 de enero un fortísimo temblor estremeció la ciudad quedando en pie tan sólo las iglesias de San Francisco y la Merced, a ello sobrevino la violenta erupción del Huaynaputina u Omate que trajo por tierra a la ciudad.

En 1604 nuevamente tiembla la tierra, destruyendo la catedral. Esta vez los colaboradores serían el Obispo Fray Pedro de Perea quien manda hacer los planos con la superior aprobación del Príncipe de Esquilache y el 27 de Enero de 1621 se firma escritura pública con el Arquitecto Andrés Espinoza, quien construiría la Iglesia Mayor. En 1620 ocurrió otro suceso lamentable en la iglesia; fue el incendio de la sacristía, que consumió la plata labrada, ornamentos y demás enseres, así como la documentación de su archivo. El Obispo Villagómez consiguió una nueva consignación en 1634, y pudo continuar los trabajos. Se comenzó en 1652 y ese mismo año quedó concluida. El Obispo Almoguera, consagra la nueva Catedral el 16 de Abril de 1673 obsequiándole su primer retablo. Por otra parte, el Obispo León construyó una capilla que puso bajo la advocación de Jesús, María y José, y sirvió de parroquia a los curas; también hizo construir la sala capitular. La sacristía y las salas contiguas fueron añadidas por el Obispo Cavero y ordenó la construcción de la iglesia de San Juan para Sagrario, con su peculio adquirió el altar mayor por treinta mil pesos, así como el púlpito y coro que fueron de cedro tallado, compró los altares del Carmen y de la Concepción, los paramentos interiores los cubrió con colgaduras de damasco, amplió la sacristía y realizó varias obras más. A mediados del siglo XVIII, el Obispo Juan Gualberto Bravo del Rivero alargó el templo añadiéndole el presbiterio y mandó tallar tres retablos muy valiosos.

El 20 de Mayo de 1666 un temblor de intensidad dañó notablemente sus paredes y bóvedas. Dos años después el 25 de abril de 1668, se produjo otro fuerte temblor, siendo considerable la quiebra de las bóvedas y los arcos. El terremoto de Santa Ursula, del 20 de Octubre de 1687, ocasionó considerable daño a la catedral.

En 1842 el Obispo Goyeneche con su peculio hizo construir la torre del reloj. El 1 de diciembre de 1844 se incendia la Catedral de Arequipa. La construcción de aquella Iglesia la inició el Obispo Villagómez y continuó su fábrica Monseñor Villarroel. Durante la colonia su construcción fue hecha con el sistema par y nudillo. Era de tres naves rectas, la central más alta que las colaterales, las naves separadas por fornidas pilastras atravesadas a su vez por seis naves colaterales que encerraban con vistosas lacerías de arcos 18 bóvedas; al altar mayor debajo de un amplio arco y las bóvedas de los costados con amplias ventanas que iluminaban el presbiterio y el retablo dorado que existió en aquel lugar. Este edificio tenía tres puertas grandes: una con frente a la plaza mayor, otra el Septentrión y la puerta del Perdón al occidente, las tres con vistosas fachadas. Dos torres en sus extremos de primorosa construcción y coronada por un hermoso muro guarnecido de dilatadas cornisas y almenas. El 16 de diciembre del mismo año se inició la limpieza de los escombros de la Catedral, como de la adyacente de San Juan que se había arruinado ya con el terremoto de 1784. El Obispo de la Diócesis de Arequipa, Don José Sebastían de Goyeneche y Barreda, personalmente dirigía los trabajos y con su dinero pagó los salarios de los obreros desde el 19 de diciembre hasta el 24 de abril de 1845. El verdadero Director de la obra fue Don Mariano de Goyeneche, hermano del Obispo, al año siguiente del incendio, se celebró una gran fiesta en la Catedral, pero tanto el Obispo Goyeneche como su hermano Mariano se dedicaron por completo a levantar la Catedral, donaron grandes sumas de dinero y dirigieron personalmente las obras. El 26 de setiembre de 1846, se produjo un desplome de gran parte del edificio antiguo y de dos columnas, lo que obligó a los directores de obra a disponer su demolición por completo.

La obra de la Catedral le fue encomendada al arquitecto Lucas Poblete y su antigua longitud de 81 varas, se extendió hasta 105.5, sin alterar el antiguo plano del edificio. El templo carece de estilo arquitectónico definido, aunque por sus capitales se acerca al orden compuesto o al neoclásico. Ubicada en la plaza de armas, se halla ocupando su fachada todo el frente norte, con 70 columnas y 3 portadas, su aspecto es imponente, irguiéndose sobre ella dos torres estilizadas. Las columnas centrales que forman las naves, carecen de la proporción correspondiente al orden indicado, ya que el número de sus módulos es menor al que exige dicho estilo y lo que es más, se puede afirmar de ellas que no se asemejan a ningún orden arquitectónico. Sin embargo, esta monumental Iglesia encierra mucha belleza, con lo espacioso de sus compartimentos y con abundante luz por los grandes ventanales adornados con hermosos vitrales. Los altares tampoco tienen estilo definido, muy ornamentados, tallados de sillar, los parámetros estucados y decorados con adornos en relieve de yesería notables, su altar mayor es de mármol de Carrara, su sillería del coro, la sacristía y su púlpito de madera. Causa admiración su extraordinaria luminosidad interior. El órgano, adquirido en Bélgica, fue premiado en la Exposición Universal de París; es imponente por su magnitud. A lo largo de la nave central destacan magníficas tallas que representan a los doce apóstoles. También es de mérito la campana mayor (que los antiguos llamaban "La Monteruda"), tan sonora y poderosa que se oye a varios kilómetros de distancia. La sacristía y otros ambientes interiores muestran una vulnerable factura colonial, datan del siglo XVII (1656) y pertenecían a la primitiva catedral. Los sobrinos carnales del prelado Goyeneche obsequiaron a la Catedral un majestuoso altar mayor de enormes e imponentes proporciones de mármol y bronce, realizado por el escultor Felipe de Moratilla, hijo de Francisco, en sus talleres instalados en Roma. La monumental obra fue embarcada en Génova y se necesitaron tres bergantines para su traslado al Perú. Don José Sebastián de Goyeneche dotó a su Catedral de una valiosa y bellísima Custodia, verdadera obra de arte, que mandó a trabajar en España en los talleres de Francisco de Moratilla, diamantista de cámara de la Reyna Isabel II. (Madrid, 1850). Trabajada en filigrana de oro, estilo gótico, adornada con enorme cantidad de pedrería, en su base ostenta reliquia más de 25000 pesos los mismos que fueron pagados en su mayor parte por el Obispo. Contienen valiosas pinturas de renombrados artistas, entre las que destacan "Los Evangelistas" de Lazo, "La Crucifixión" de Bellver, y "Santa Rosa" de Samanez. Igualmente posee verdaderas joyas en imágenes y esculturas. Esta catedral fue declarada Basílica Menor por el Papa Pío XII, con motivo del IV Centenario de la ciudad, en 1940. Lamentablemente en el sismo del 23 de junio del 2001 una de las torres de la catedral de Arequipa colapsó y cayó atravesando el techo abovedado. La torre izquierda de la Catedral de Arequipa perforó el techo en su caída.

Fuente:

Cortázar Pedro Felipe, 1988, Documental del Perú-Arequipa, Ediciones Océano S. A., Barcelona Scandell-Tur Neus

Arellano Alexandra, 1998, Todo Arequipa, Editora Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de las Casas" - Escudo de Oro S. A.

Arequipa Ministerio de Industria y Turismo, 1972, Inventario y evaluación del patrimonio turístico del departamento de Arequipa, Editorial A & N Tilde, Lima



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